La relación entre la realeza y la nobleza

          Durante el periodo de la Reconquista, los cristianos del norte y centro de la Península Ibérica empezaron unificarse bajo una meta común: la expulsión de los no cristianos, particularmente los musulmanes que colonizaron el sur hace unos siglos. A pesar de tener una meta compartida, los cristianos se enfrentaron problemas recurrentes con la estructura de poder entre sí mismo. Por no haber un poder centralizado fuerte, había muchos problemas entre la familia real de los reinos cristianos y las familias nobles del mismo territorio. Los dos tenían el apoyo de su propia gente, la riqueza para mantener el apoyo y su tierra, y muchas veces, el poder militar para afirmar su posición en la sociedad. Esta tensión entre los nobles y el rey complicó el proceso de establecer una península cristiana unificada, y siguió siendo un problema después de la unificación de la península y la expansión del imperio español. Entre otros temas, el programa televiso moderno Isabel muestra claramente el ámbito de este problema, dándose énfasis por el uso de tensiones constantes entre la familia real y los nobles que resulta en una serie de complicaciones.

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          En el tercer capítulo de Isabel, la primera escena muestra la reunión entre el rey, Enrique, y los nobles leales al reino discutiendo la situación de la guerra:

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“Enrique: Podemos permitimos más armas, más caballos, más hombres

Cabrera: ‘Las arcas menguan cada día, sale mucho más que entra. La guerra está acabando con las cosechas, con la lana, con los hombres.’” (Capitulo 3, Minuto 3:00) …

(Cambio de escena)

Pacheco: Un rey no es un rey si no tiene nada que ofrecer” (Capitulo 3, Minuto 4:22)”

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Esta interacción muestra claramente las raíces de los conflictos entre la nobleza y la familia real. En este caso, no es solamente una cuestión de la legitimidad de la hija de Enrique (Juana) como la heredera del trono, sino también una cuestión de autoridad sobre el reino. En los ojos de los nobles (Pacheco, Carillo, etc.), el Rey Enrique no es capaz de manejar la península por falta de autoridad fuerte. En conjunción con esto, los nobles pueden llevar a cabo su disentimiento porque ya tienen poder individual en la forma de hombres, armas, riqueza (la cosecha y la lana) y más generalmente, apoyo de la gente. Pacheco reconoce la situación, y se aprovecha de ella para reestablecer un líder alternativo. En contraste, el rey no tiene control de todo esto, y en esta escena, él ve las repercusiones de su falta de control:  la perdida de tropas, dinero y apoyo político.  Él que rige la tierra y su producción tiene control de la gente y por eso, la autoridad. Este conflicto entre los nobles y la familia real es la trama central de las primeras partes de Isabel, y refleja la situación política histórica real de la Península durante y después de la Reconquista.

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          Sin embargo, este tema no es solamente presentado por obras modernas como Isabel, sino que aparece frecuentemente en las obras de aquella época también. Por ejemplo, el poema Romance de la Cava Florinda presenta un desacuerdo entre el rey y un noble como la razón por la conquista de los moros y la perdida de la península. Deanna Mihaly en su artículo “Socially Constructed, Essentially Other: Servants and Slaves in Maria de Zayas Desengaños Amorosos”, se dirige a discutir a la movilidad aumentada entre clases sociales y la erosión de poder y posición de los nobles sociales. Por una explicación del rol de los sirvientes en la trama de Zayas, intenta presentar los sirvientes en una manera avara y conspiradora, criticando la movilidad social de esta época por el incremento de riqueza por mercancía y comercio (5). La nobleza tradicional estaba perdiendo su posición histórica del control sobre la sociedad, y quería solidificar su derecho del poder por modos no basados en dinero, sino que en linaje. En esta manera, vemos que la cuestión de quien controla la riqueza (y por lo tanto el poder) no es confinado a conflictos entre la familia real y la nobleza como es presentado en Isabel, sino que también era una preocupación creciendo entre la clase dirigente y las clases populares. Otra vez, la fundación del poder es puesto en duda a través de la literatura